Me dijeron que me iba a arrepentir. Lo negué tres veces. Pasaron unas horas y me arrepentí. Por la boca muere el pez, dicen, y yo digo, soy una carpa fuera del agua, y me ahogo entre mis olvidos y los tuyos. Una vez más quisiera darme un golpe en la cabeza y perder la memoria, como en las películas. Pero eso no ocurre, y sigo llegando tarde a la repartición de sonrisas.Sucede que me canso de ser mujer, de ser esa mujer que se agarra el rulo y murmura cosas que a nadie le importan. Sucede que me canso de pensar y hasta de respirar. Sucede que esta escritura no es más que un simulacro, hablo con alguien pero no hay nadie allí al otro lado, por lo tanto, le pido al silencio que me acoja en su seno y me acaricie lentamente el cabello.
