29.1.08

Pasajera nn (parte 2)

Miro al frente y veo un cerro. Podría definirlo como hermoso, si no fuera porque es exactamente igual a todos los otros cerros que se repiten como un eterno Deja Vù a lo largo de este viaje. Qué encontraré al final de él. Me gustaría pensar que no se sabe. Fantaseo con la posibilidad de llegar a un lugar completamente desconocido e inesperado. Sin embargo sé que me espera la rutina, la invisibilidad, el silencio de siempre.
Nota mental: Necesito un mapa. Se supone que esa mancha gris amarillenta entre los cerros lejanos es el mar. ¿o será que tantas horas de viaje me están produciendo alucinaciones?
Ahora veo algunas casas, una capilla, unos enormes postes de tendido eléctrico. La tierra se torna rojiza, y los cactus me saludan, firmes, con sus múltiples brazos. Tal vez no fue buena idea cambiar mi asiento con esa chica que tiene síndrome de Down. Pero sus padres parecían tan agradecidos, tan aliviados cuando les ofrecí cambiar nuestros boletos. No lo hice por bondad, de ningún modo, más bien fue por puro egoísmo, por el capricho de ir en este asiento, el primero del segundo piso, adelante, viéndolo todo. Creí que mis ojos no se cansarían de ver cosas nuevas, pero la monotonía del paisaje me desalentó por un momento. Ahora creo que tal vez, no me equivoqué completamente, pues acaban de aparecer frente a mis ojos cinco molinos de viento. Ni siquiera sé si se llaman molinos, pues no tienen nada que ver con los del quijote. Finalmente no eran cinco, sino doce gigantescos bailarines moviendo sus aspas sincronizadamente al ritmo del viento y me he quedado observándolos consternada, sintiendo una especie de angustia. Más allá, una mancha gris cada vez mas anaranjada: el mar.
No he sido capaz de sacar la cámara fotográfica y tomar la foto. He sentido ganas de llorar sin tener claro el porqué; ahora pienso que posiblemente fue una imagen demasiado hermosa y demasiado absurda para observarla sin poder comentarla con nadie. Seguramente, sin saberlo, éste es el momento en el que extraño frenéticamente a esa persona cualquiera que me espera, sin saberlo, en una ciudad cualquiera.

24.1.08

Las cosas que a nadie le importan

Hecho nº 1:
Soy extremadamente celosa.
Hecho nº 2:
Debería estar siempre un poquito ebria.
Hecho nº 3:
Considero que la gente imaginaria siempre es más interesante que la gente real.
Hecho nº 4:
La gente real me aburre.
Hecho nº 5:
Soy extremadamente envidiosa de los escritores.
Hecho nº 6:
Llego a mi casa y desaparezco.
Hecho nº 7
El arte de la invisibilidad es mi mayor logro.
Hecho nº 8:
Lanzo botellas con mensajes al mar de los teléfonos celulares.
Hecho nº 9:
Los gatos son mis cómplices más fieles.
Hecho nº 10:
Dios es Poeta y sobretodo Antipoeta
Hecho nº 11:
Magritte tenía razón cuando decía que la pipa no era una pipa, Cortázar tenía razón en todas sus páginas, Bolaño tenía razón en todos sus párrafos, mi madre siempre tiene la razón.
Hecho nº 12:
Quien perdió la razón, no lo hizo sin querer.
Hecho nº 13:
Estornudo y se me escapan las ideas.
Hecho nº 14:
Me gustan las cotonas, los chocolates, los silencios y las personas imaginarias que siempre terminan siendo mejor compañía que las personas reales.
Hecho nº 15:
Nunca fui capaz de suicidarme y nunca lo seré.
Hecho nº 16:
Hay gente que se escandaliza con la palabra suicidio y, gracias a Dios, ya no me importa. (risas)
Hecho nº 17:
A veces quisiera tener el don de la palabra. (lágrimas)
Hecho nº 18:
Cuando digo que algo que he hecho es feo, o está mal, no lo digo para que me digan que en realidad está bien, sino porque realmente estoy segura de que está mal.
Hecho nº 19:
Me da algo similar al pánico escénico el pensar que hay personas, tanto reales como imaginarias, que leen estas cosas.
Hecho nº 20: Me hace feliz saber que, en realidad, a nadie le importa.
Un Secreto (Bonus Track)
A una persona triste, nada logra hacerla feliz.

Paisaje

Una enorme playa vacía
donde las gaviotas vuelan
en reversa, lentamente
y tu recuerdo que también vuela en reversa
Un sol deshilachándose
entre nubes grises
cayendo, lentamente
y tu recuerdo
que también cae lentamente al mar
de mi olvido.

23.1.08

Pasajera nn (parte 1)

Podría perfectamente estar en Arizona. O en algún lugar del desierto de Sonora. Pero no. Aunque los cerros , los matorrales secos y los cactus que desfilan por las ventanillas, a ambos lados de la carretera, tengan intenciones de hacerme creer otra cosa. Grandes trozos de roca son acariciados por el viento de la tarde. Yo no sé bien hacia donde voy. Con la vista, sigo los camiones que supuestamente tienen frenos de aire. ¿Cómo puede ser posible que el aire los frene? Me desconcentra la pantalla de TV que tengo a la izquierda. ¿Qué monos pinta una escena de sexo en una película de artes marciales? Se acaba la escena y todos los pasajeros de este extraño bus vuelven a su sopor habitual después de tantas horas de viaje. Yo simplemente continuo escribiendo y mirando por la ventana los áridos cerros, pensando cada vez que leo un letrero que no tengo mucha idea de geografía. El norte y el sur se me confunden, los nombres de las ciudades que pasamos no me dicen nada. En una ciudad alguien me está esperando; un persona cualquiera, en una ciudad cualquiera. No sabe que me está esperando pero yo sí lo sé. Sonrío y me acomodo los lentes de sol porque el bus ha cambiado de dirección y el calor por momentos se torna insufrible. Quisiera apagar esta película de Van Damme que, podría asegurarlo, nadie está viendo. Es la segunda del viaje. Un bus nos toca la bocina y se pierde lentamente en la carretera. (Continuará)

8.1.08

encandilada

y una vez más, las estúpidas expectativas me vendaron los ojos con sus dedos traicioneros. No eras tú. que simple y a la vez, que compleja situación. no puedo inventarte, no existes, debo perseverar en este camino de soledad.
la lógica, la fría logica, paseaba entre nuestros cuerpos agitados, gritandonos en los oídos, pero yo no quería oír nada...
soy el malo de la película, me dices, infantil y delicioso.
No, te respondo. Aquí no hay buenos ni malos, ni tampoco hay película alguna.
Lo único que hay es la realidad.
Todo se ha acabado.