8.6.10

Diosas del Olimpo

Una mujer ebria cae a la línea del tren.
Una mujer se suena con una servilleta.
Una mujer con falda y zapatillas.
Una mujer bajando MP3s.
Una mujer come cabritas.
Una mujer deja una llave de agua abierta.
Una mujer comprando DVDs piratas.
Una mujer con ojo de vidrio.
Una mujer cara de globo.
Una mujer tirando piedras.
Una mujer fumando bajo la lluvia.
Una mujer con mala ortografía.
Una mujer con sombrero...
(una mujer de mierda)
Una mujer tomando nastizol.
Una mujer que no habla por teléfono.
Una mujer chuteando una pelota.
Una mujer dibuja calaveras.
Una mujer espantando moscas.
Una mujer que baila pésimo.
Una mujer con cinco amantes.
Una mujer dirige una orquesta imaginaria.
Una mujer arriba de un árbol.
Una mujer besando un libro.
Una mujer escondida en un cementerio.
Una mujer pintando un muro.
Una mujer cambia la cámara de una bicicleta.
Una mujer quemando un barco.
Una mujer que duerme, sueña y ronca.
Una mujer con una araña de mascota.
Una mujer golpea en un bar a otra mujer.
Una mujer burlándose de todos.
Una mujer twitteando mentirillas.
Una mujer arriba del tejado.
Una mujer que colecciona hojas secas.
Una mujer chupando un hielo.
Una mujer se tuerce un pie.
Una mujer que rompe los billetes.
Una mujer hablando al revés.
Una mujer fumando un caño.
Una mujer disparando una escopeta.
Una mujer le da cuerda a un reloj
(el reloj atrasa)
Una mujer comiendo chirimoyas.
Una mujer con su cámara de fotos.
Una mujer inventa maquinarias.
Una mujer maquinando inventos.
Una mujer llamada Alicia
vive en el país de las pesadillas.
Una mujer muere cuando
es aplastada por otra mujer
que se suicida.

1.6.10

Cuando te vas

Me gusta observarte desde la ventana del departamento cada vez que te vas. Te ves tan pequeña, tu caminar es tan característico, con esa cadencia que te dan los tacones siempre desgastados. Te miro y mientras te alejas me quemo los dedos con la colilla del ultimo pito, ese que aprovecho de encender mientras tu enciendes tu último cigarrillo. Cuando desapareces por la esquina de la calle, vuelvo a mi croquera, líneas rectas cruzan el espacio plano, más bien lo rozan, mientras pienso en nuestros silencios, en tus ojos esquivando los míos, siempre mirando hacia el techo o a las murallas blancas. Decido que lo que mas me gusta de tus visitas es tu compañía leve, casi inmaterial, tus pupilas huidizas de gata semiocultas por el humo del incienso. No sé cuando volveremos a vernos. Solo sé que cuando te vayas, una vez más me sentaré a fumar yerba junto a la ventana, abriré la croquera y dibujaré las líneas quebradas de nuestro destino.