Como odio escribir mamonerías como lo de anoche. Es como si mi parte sensiblera hasta la siutiquería tomara el mando, llevándome a caer en oscuros pozos de autoreferencia y sucios clichés romanticoides...
como quisiera escribir palabras que fueran como balas que penetraran a mil kilómetros por hora en el cerebro, haciéndolo estallar en imágenes nunca antes vistas.
Sin embargo, me estrello una y otra vez contra mi ignorancia supina , esa que suele absorber y borrar por completo la capacidad lingüística, la misma que quedó tan mermada después de tantos años de drogas (psicofármacos del demonio)
Me desespera hasta el infinito esta escritura, que en vez de creacionista es expresionista, que no lleva hacia ninguna parte y que sin embargo, algunos catalogan como "un aporte"
Me van a perdonar, pero he de confesar que nunca he estado de acuerdo con la gente a la que le gusta lo que escribo, harían mejor en leer al pelmazo de Rivera Letelier, creo que escribe pura mierda, pero lo hace mejor que yo.
6 comentarios:
"He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la
locura, famélicos, histéricos, desnudos,
arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de
un colérico picotazo,
pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión
celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la
noche,
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con
vacías miradas, velaban fumando en la sobrenatural
oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las
crestas de la ciudad en contemplación del jazz"
Aullido.
para contrarrestar la cursilería.
No obstante, igual gusta; raro ¿cierto, señorita?
Te dejo un beso.
Puedo entender que no te guste lo que escribes, nos pasa a muchos/as.
Pero cuando escribes dejas tocada el alma.
Un abrazo sincero- te espero en mi "Fuga"- tal vez te identifiques conmigo.
Será que tenemos cerebros de mosca
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