18.4.10

Grandes Mentiras

Lo lindo de decir "Nunca más tomo" es que tenemos la certeza de que es una frase que nunca dejará de ser sólo un propósito. Nadie esperará que realmente lo llevemos a cabo.
La gracia de decir "Voy y vuelvo" es que el "vuelvo" no implica un cuándo, un cómo ni un dónde.
"La próxima vez, yo invito". Sueña con que habrá una próxima vez.
"No eres tu, soy yo"... No me gustas, y no quiero herirte pero simplemente me da paja inventar alguna excusa creativa para terminar.
"Te llamo" una bella forma de decir "que lata me das, si en algun momento llego a estar soberanamente aburrido/a puede existir una pequeña posibilidad de que te llame"
Y la lapidaria:
"Eres lo peor que me ha pasado" (Te amo, maldición!)

4.4.10

debo reconocer...

Como odio escribir mamonerías como lo de anoche. Es como si mi parte sensiblera hasta la siutiquería tomara el mando, llevándome a caer en oscuros pozos de autoreferencia y sucios clichés romanticoides...
como quisiera escribir palabras que fueran como balas que penetraran a mil kilómetros por hora en el cerebro, haciéndolo estallar en imágenes nunca antes vistas.
Sin embargo, me estrello una y otra vez contra mi ignorancia supina , esa que suele absorber y borrar por completo la capacidad lingüística, la misma que quedó tan mermada después de tantos años de drogas (psicofármacos del demonio)
Me desespera hasta el infinito esta escritura, que en vez de creacionista es expresionista, que no lleva hacia ninguna parte y que sin embargo, algunos catalogan como "un aporte"
Me van a perdonar, pero he de confesar que nunca he estado de acuerdo con la gente a la que le gusta lo que escribo, harían mejor en leer al pelmazo de Rivera Letelier, creo que escribe pura mierda, pero lo hace mejor que yo.

fu**n' neruda

...el cabrón que dijo "...es tan corto el amor y tan largo el olvido" ¿Se refería a ese loco amor que dura solo una noche? Si así fue, diría que fue un sabio, un visionario...
Quiero tener amnesia o retroceder en el tiempo y borrar de una vez esa velada que desparramó el caudal de mis sueños adolescentes, para no añorar más esos besos y caricias que me impulsaron a creer que la felicidad era posible...
¡No quiero extrañarte más!