21.3.08

Sobre Plancha Adictos Anónimos

Hace mucho que no escribo aqui. ¿Cómo es esto? ...Pues me refiero a que aunque he subido diversos textos, todos involucran cierta distancia y cierta (risible) pretensión literaria o poética. Por tanto, hace tiempo que no escribo aquí, como cualquier hijo de vecino podría hacerlo, dando a conocer puntos de vista, situaciones personales, sentimientos, o whatever...
En un principio, me costaba mucho menos expresar sentimientos e ideas en este "blog", porque pese a estar vertiéndolos en un espacio público como es internet, sin duda que "antaño" todo era mucho más "anónimo"... no sé cuanta gente lee hoy por hoy estas "Plancha Adicciones" pero de todos modos reconozco que me cohibe (bastante) saber que hay personas ni tan cercanas, ni tan lejanas (por ejemplo, compañeros o compañeras de trabajo) que se dan la lata de "enterarse de todas aquellas cosas que no le interesan a nadie" como reza el "subject" que da inicio a este espacio virtual... es complicado el asunto, porque siempre estás escribiendo un poco prejuiciado por la intención de no dar a conocer ciertas cosas (mejor no hablar de ciertas cosas, como la canción de Sumo); por intentar a la vez dominar el sutil arte de la diplomacia y de saber ser sugerente, insinuar sin mostrar, como si las palabras fueran un vestido tras el cual uno se da a conocer y se esconde a un mismo tiempo... a veces me dan unas ganas locas de decir "al cuerno con todo esto" y hacer público absolutamente todo lo que pasa por mi cabeza, o por mi alma, llámelo ud. como guste, sin embargo, siempre está el "sentido común" que desde la vereda de enfrente me hace gestos de "no es aconsejable que lo hagas". No tanto por los probables "daños a terceros" sino, principalmente por Autodefensa, por aprender a cuidarse uno mismo, a no exponerse tanto... ¿¿¿¿????? me resulta un contrasentido, (sí, soy humana, me contradigo todo el maldito tiempo) porque ultimamente podría hablar de cierta "desclasificación de archivos" en relación al pasado mas o menos reciente, pero en fin, todo esto es parte de un proceso de crecimiento y de aceptacion del "yo y sus circunstancias" (desafío vital máximo un poquito agotador) (mas agotador que la cresta in fact). No quiero ahondar más en ningun tema, simplemente una pequeña disgresión sobre el título de este blog. En "Plan Z", el recordado programa de canal 2, de mi época "lola o universitaria" (zzzz) en un capítulo-parodia de "Informe especial", mostraban un "reportaje" sobre los Adictos a la Plancha, gente que cuando nadie los ve, pasan su lengua por una plancha, como un auténtico vicio secreto digno del teatro de Jorge Díaz... aaaah, ok...¿y cuál sería la relación? Sencilla, pues para mí, escribir aqui podría catalogarse de vicio, y supongo que para los que leen, puede llegar a ser también una afición vouyerista prácticamente igual de absurda y digna de ocultar que pasar la lengua por la plancha.

19.3.08

de boca cerrada no salen moscas

qué dificil es esto de querer decir tantas cosas y tener que guardarlas en el alma, por esto a veces mis ojos se desbordan intentando envolverte en un abrazo, la situación me supera, trato de obrar bien pero el miedo, el puto miedo de toda la vida viene y me amordaza sin piedad alguna.
aun cuando no te veo, te estoy viendo, aun cuando estás lejos, estas demasiado cerca de mi, y si la vida se trata todo el tiempo de esto, prefiero cerrar los ojos por un rato...
cuando pensaba que todo habia terminado, que habia salido victoriosa, en realidad solo estaba disfrutando de una tregua. la batalla por la sobrevivencia comienza una vez más, y yo estoy temblando de susto, pero apreto los puños, trago saliva y comienzo a dar palos de ciego.

14.3.08

Pasajera nn (parte 4 y final)

Vuelvo a mirar hacia afuera y veo más playas, el mar con múltiples lenguas blancas le hace una infatigable sesión de sexo oral a la arena. Es bello, quisiera bajar de este bus y quedarme en la orilla, cumpliendo un ritual voyerista durante mil años. Pero no. Como ya dije, mi escritorio me espera: mi amado empleo, mi uniforme mágico con su don de hacer invisible a quien lo lleva puesto. Repentinamente siento hambre y algo similar al hastío. Los límites del mar y del cielo se confunden en una enorme mancha blanquecina, grisácea.
El viaje prosigue y se torna largo y tedioso, empiezo a detestar a la anciana que, harta de dormir como un ángel, ha sacado una bolsa plástica llena de "Sustancias" y ha comenzado a devorarlas con afán, tal como deben alimentarse los ángeles caídos en desgracia.
Miro hacia afuera por centésima vez, y el atardecer y el sonido de la palabra "Sustancia" me trae reminiscencias de otras tardes, de otras situaciones, de otras cosas. No deja de ser gracioso que a esos caramelos los llamen s.u.s.t.a.n.c.i.a.s; podría escribir un tratado al respecto, pero en este minuto no me da la gana. De lo que sí me da la gana es de ponerme a leer, de modo que guardo el lápiz, la libreta, y me marcho a un nuevo mundo, mucho más hermoso.