5.9.06

deseo y decepción

Los hombres de antes usaban bigotitos bien recortados. las mujeres de antes no tenían sexo en los balcones. así fue como no nos conocimos, mr. poeta; yo estaba con un lolito con nombre de ídem. ésa fue la única poesía que aportó a mi vida, aparte de unos mágicos polvos, antes de desaparecer... tragado por mi desazón y mi desesperanza. Y ahí estabas tú, a las 4 y media de la madrugada. Discretamente convidándonos un par de cigarrillos. Luego, un día, leí algún poema tuyo, lleno de mariposas negras, que me abofetearon el rostro; y me dí cuenta de que estaba desgarrándome, puro hueveando. pd: él se vanagloriaba de su nombre tan poético, pero por teléfono, el galán de quinta de recreo ni siquiera me preguntó como yo estaba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces pienso que algo existe en la naturaleza masculina, que le hace intrínsecamente CRUEL. Y que en este mundo sólo existen dos tipo de hombres: los que vienen juegan al sexo contigo, lo pasas muy bien, e incluso te llevas fenomenal con ellos, pero inevitablemente, en algún rapto de paranoia, se arrancan de ti sin uno saber que fue lo que hizo/dijo... o los eternamente dolientes y arrastrados, que golpeados por alguna cara bonita, de chica rubia caprichosa, vienen donde una, las bellezas criollas (que adhoc al mes...) creyendo encontrar a la mujer de su vida...
QUE ACASO NO EXISTIRÁ NINGUNO QUE QUIERA SIMPLEMENTE COMPARTIR SANAMENTE, COMO CUANDO TENIA 8 AÑOS... onda juguemos a la ronda de San Miguel...

chris dijo...

no me interesa compartir sanamente!!! jajaja
salu2 a ariadna, que no see quien es...