15.6.06

el vicio

2. Desde pequeña tuve un vicio. Tal vez podría catalogarse de enfermedad. Lo que sucedía, y aun sucede es lo siguiente: cuando un libro cae en mis manos, no es él quien cae en mis manos, sino soy yo la que me vuelvo esclava de sus páginas. Cualquier cosa que deba o tenga que hacer queda postergada, pues el sortilegio del libro me mantiene atada a él hasta la última página. Quien lee cuando va al baño comprende perfectamente de qué estoy hablando. Cuando era niña, el libro pasaba de contrabando: metido dentro del pantalón, solo era delatada su presencia por mi permanencia de horas en el cuarto de baño, permanencia que ningún cuadro diarréico podría jamás justificar. Sólo una trágica muerte podría causar que alguien tardase tanto en salir de un baño... solo la muerte, o un buen libro, claro está.

3 comentarios:

anibal dijo...

Te comprendo cabalmente...
jeje.


Te gustan los gatos ah
parece que Borgues tambien

a mi no parece, no me gusta como ronrronean.
en fin.
saludos

Pola dijo...

comparto tu vicio!!
y no me canso en buscar mas y mas de esa droga que son las letras

Isa dijo...

chris, no estás sola en esto,jajaja

un abrazo